miércoles, 1 de octubre de 2014

Unos metros nos separan nada más,
no sabes de mi amor por vos.
Siento como si hubieran campos entre medio,
mucha es la lejanía,
y entonces me miras,
siento que estoy en alguna parte del cielo,
pero con los pies en la tierra.
Me miras y yo me muero,
ni se te cruza pensar en que quizás mi corazón te quiere a vos.
Pero ahí estás, discreta,
vestida de colores pastel que combinan con el cielo,
sentada en tu vereda,
rodeada de gente,
pero solo vos brillas.
Sonreís y muero de nuevo,
los nervios me invaden,

¿es lo que creo?
¿me sonreís a mí?
si, tu sonrisa esta siendo para mí.
Mis dedos no pueden quedarse quietos,
se aprietan una y otra vez contra mi puño,
pobre de él que los tiene que soportar inquietos.
¡No te vayas!
¡No!
Dejame mirarte un poquito más.. No..
¿Por qué tenías que irte?.
Estoy siendo un poco egoísta,
quizás no querías estar ahí,
quizás te cansaste de mirarme,
o simplemente querías estar en otro lugar.
Quizás pueda verte en otro momento, ¿no?,
quizás para la próxima pueda acercarme a vos,
y contarte cuanto,
cuanto me gustas.
Tengo que sonreír yo ahora,
tengo que hacerlo porque me sonreíste,
tengo un motivo para ser feliz por hoy,
y quizás por muchos otros días más, ¿quién sabe?.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario