Viajan en una fracción de segundo,
tus disparos a mi cuerpo.
Te armaste de palabras hirientes,
te acercaste a mi frente,
y disparaste tus términos.
Noto como cada perdigón,
uno por uno,
me perfora.
Y dentro de mi cabeza,
oigo que mi alma llora...
Se lamenta.
Y se pregunta penosa:
¿Cómo es que no te das cuenta?
¿Me desconoces acaso?
Soy toda vos,
soy la mitad de tu esencia,
con vos conocí el amor,
vi el sol,
y enfrenté tormentas.
No me des éste fin,
no saldes las cuentas que te debes a vos,
matándome a mi.
Por favor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario